No cabe duda que “el poder de la música” va más allá de un eslogan, sino que es claramente un hecho concreto e indesmentible. Diversas canciones no solo nos alegran, sino que nos suben el ánimo en momentos difíciles de nuestras vidas.
Según un estudio elaborado por la Revista Forbes, las canciones “Firework” y “Rise”, de Katy Perry, han reducido los suicidios en un 10% en los últimos dos años. Y tiene sentido, ambas tienen un mensaje de amor y de autoestima que las hace únicas y que le dan un valor más que agregado.
Es válido, en este contexto, recalcar que hace un par de años en el programa de Ellen DeGeneres, acudió el joven Tony Marrero, sobreviviente de la masacre de la Discoteque Pulse en Orlando, quien contó que la canción “Rise” lo ayudaron a superar el trauma tremendo que fue presenciar el asesinato de hombres homosexuales. Ante esto, Katy fue al programa, lo conoció en persona y le ofreció pagar el primer año de su carrera de audiovisual. Esta acción de la californiana aún sigue siendo recordada por sus fans, y que demuestra que lejos de ser una diva, ella siempre está pendiente de sus seguidores y los ayuda lo más que puede.