Tener a muchos usuarios intentando comprar en tu sitio web parece ideal, pero puede ser un gran dolor de cabeza para los e-commerce si no están preparados tecnológicamente. Largos tiempos de espera, caídas inesperadas, pérdidas de dinero e incluso colapsos, son algunos de los problemas con que muchos negocios en línea tienen que lidiar durante los Cyber Day.
Esto, se debe a que la mayoría de los sitios de comercio electrónico están construidos con una arquitectura pensada para el flujo “normal” de los 360 días del año, lo cual restringe la posibilidad de aumentar su capacidad para recibir más visitas en esos cinco días de alto tráfico, durante eventos comerciales masivos. De hecho, los cuellos de botella pueden estar en diferentes partes del proceso: inicio de sesión, carga del catálogo, manejo del stock o check out, entre otros.
Las filas o colas virtuales se han posicionado como una alternativa para manejar el flujo de tráfico y garantizar que no se sobrecarguen los sistemas, limitando el número de personas que pueden acceder al sitio web al mismo tiempo y asegurando que las transacciones se realicen de manera más efectiva. Sin embargo, esta solución representa una pérdida de tiempo para los usuarios y una merma en las oportunidades de venta, ya que incentivan a los interesados a desistir de su compra.
Existen agencias y consultoras dedicadas a resolver estos problemas. Apply Digital es una empresa de origen canadiense, líder en el desarrollo de plataformas web. Su Head of Platform Strategy, Felipe Silberstein, explica que se necesitan “arquitecturas tecnológicas que permitan conectar distintas plataformas para cada parte del proceso de compra. Para nuestros clientes, implementamos servicios especializados en cada paso del proceso, así entregas parte de la responsabilidad del tráfico de tu sitio, dispersando la carga y demanda, y evitando demoras innecesarias”.
De esta manera, las empresas pueden conectar su sitio web con varios servicios de terceros, como pasarelas de pago, sistemas de gestión de inventario y proveedores de envío, entre otros. Este tipo de arquitectura, con aplicaciones modulares integrables y adaptables, permite escalar la capacidad de los e-commerce fácilmente, respondiendo rápido a las cambiantes demandas del mercado, agilizando las operaciones, mejorando la experiencia del cliente final e incrementando la posibilidad de venta.
Todo esto está contenido en el conjunto de tecnologías MACH, un acrónimo que significa Microservicios, API-primero, Cloud-native y Headless. Estos principios digitales implican el desglose de los sitios en distintos servicios para mayor independencia, aplicaciones con API bien definidas como la interfaz principal, arquitectura nativa de la nube para fácil escalabilidad y separación de front-end y back-end. Todo en busca de un servicio digital de primera.
“La recomendación que hacemos desde Apply Digital es a atreverse y evolucionar los sitios web hacia microservicios independientes y nativos de la nube. Las empresas deben partir por evaluar su arquitectura actual, definir sus objetivos y adoptar herramientas digitales más modernas para vender más y entregarle a sus usuarios mejores experiencias de compra”, concluye Silberstein.